La navidad en España… qué mas os vamos a contar que no
conozcáis, calles iluminadas, miles de regalos, cenas familiares, noches de
fiestas, castañas por las calles… pero no podríamos irnos sin destacar la
cabalgata y el roscón de reyes.
La cabalgata de Los Reyes Magos.
Si
nos remontamos en la historia, parece ser que los Reyes Magos de Oriente llevan casi un siglo
recorriendo las calles de Madrid durante la tarde del 5 de enero.
Es un momento mágico, especialmente para los más pequeños, en el que pueden ver
a sus majestades de cerca, preparados para repartir sus regalos esa misma
noche.
Cuentan los libros que las primeras cabalgatas fueron de
carácter privado y tenían un objetivo benéfico. No fue hasta 1953 que el
ayuntamiento de Madrid organizó la cabalgata, con una estructura similar a la
que la mayoría conocemos hoy en día. A lo largo del tiempo, la cabalgata ha ido
variando ligeramente; en unos casos el recorrido, en otros los personajes
participantes, pero hay dos elementos que siempre están presentes: las
carrozas de los Reyes Magos, acompañados de sus pajes, y
los camellos (en
realidad dromedarios) del Zoo de Madrid, cargados de regalos.
La cabalgata de
Reyes de Madrid tiene un componente muy circense, con zancudos, malabaristas… con un estilo
moderno que recuerda al Circo del Sol. El recorrido transcurre por el eje del paseo
de la Castellana ,
desde Nuevos Ministerios hasta la plaza de Cibeles. Durante la
cabalgata, en esta plaza se celebrarán varios espectáculos que incluyen a los Cantajuegos, Los
Chicos del Coro y un espectáculo pirotécnico.
Todo
aquel que pase por la ciudad y quiera asegurarse de que los Reyes Magos le van
a traer todo lo que ha pedido , debería acercarse a verla.
El Roscón.
El 6 de enero, día de Reyes, no
puede faltar en la mesa el típico y delicioso roscón de Reyes, también conocido
en algunos países de habla hispana como rosca de Reyes. Vamos a hacer un
recorrido por su historia, tradición y procedencia para conocer así un poco más de este
dulce, que suele ser el colofón de las Navidades.
Todos
sabemos reconocer este singular postre: un sabroso bollo redondo, con un hueco
en su interior, en el que, normalmente, se suele alojar una corona de cartulina
en su parte superior. La masa, de color dorado, está decorada con diferentes
tipos de fruta escarchada, como naranjas, guindas o kiwi. En su interior
esconde nata, crema, chocolate o cabello de ángel;
convirtiéndose así en una delicia al paladar de cualquier viajero goloso.
Aunque hay varias teorías que
explican la procedencia del roscón de Reyes, la
más extendida y creíble es la que se refiere a las saturnales romanas.
Esta festividad romana se solía celebrar a principios de año, con el objetivo
de honorificar al dios Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha; así
como festejar la llegada de los días más largos tras el solsticio de invierno,
a finales de diciembre.
Esta celebración solía ocupar una
semana, durante la cual se preparaban tartas con forma redondeada que contenía
frutas del desierto como dátiles o higos y que se dulcificaban con miel. Del
dulce disfrutaban todas las personas del lugar, independientemente de la clase
social a la que pertenecieran. Dentro del bollo introducían una haba
seca, con el objetivo de que aquél que la encontrara se
convertiría en el “rey de reyes”, disfrutando de esta manera de
todos los honores de tal cargo durante un tiempo determinado.
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